Viva

Y frente a ti me presento,
tan histórica como anónima,
irreconocible hasta ante estos ojos
familiares a la par que ajenos
(madres, desaprendo vuestra perspectiva);
y me desnudo, y me desollo
—piel que cae sin despertar al silencio—.

Mírame:
demasiado humana para creer en deidades,
demasiado humana para creer en la humanidad,
demasiado humana para creer.

No necesito testigos para saberme viva.

Acerca de L. Dietrich

Pixieh Tian Shi — El cielo por los suelos y los pies en el aire.
Esta entrada fue publicada en Poesía. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario