Mujer

Soy la mujer
que mira a los hombres mirando a las mujeres,
soy la mujer observada por el hombre
y la mujer incapaz de verse a sí misma…

Aun así,
leo tus poemas y no estoy en tus palabras
(soy indefinible, inconmensurable);
no hay sangre en tus esculturas (soy menstruación),
ni imperfección en tus lienzos (soy estría).

No me interpretes:
cuanto vislumbras es solo una silueta frente a la ventana.
No soy una obra maestra, ni divina proporción.
No soy un segundo sexo, ni un útero;
tampoco soy placer colateral.

Renuncia a deformarme a tu parecer:
no soy arcilla, ni canon.

Yo soy el mensaje subyacente, profundo y expresivo.

Soy identidad.
También soy vida, fluidez y tiempo.
No me deshumanices, no me sometas.

Soy naturaleza libre e insubordinada.

Soy, soy, soy.

Acerca de L. Dietrich

Pixieh Tian Shi — El cielo por los suelos y los pies en el aire.
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