In-vocación

En la soledad de la compañía,
hallando regocijo en la levedad,
consciente que nada es mío
y a nada pertenezco—
ojos limpios e inocentes,
sin futuro ni genealogía.

Me acunarán las manos cansadas de guadañas.

Moriré, pero no sin evocar el verbo.

Acerca de L. Dietrich

Pixieh Tian Shi — El cielo por los suelos y los pies en el aire.
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